miércoles, 16 de mayo de 2012

Con sólo nombrarla…


   

    … un ¡gracias! surge espontáneamente de mi garganta y una sonrisa amplia se dibuja en mi rostro, amplia como la suya que aún recuerdo.
  
    La Hna Paulina Fontana llegó mi vida y al Instituto en 1972, reemplazando a la Hna Martha Cuatrín. Recuerdo sus cabellos con la tonalidad del tiempo y los años vividos, su acogedora sonrisa, sus ojos claros, su calma y serenidad.
   
    La serenidad que permite la reflexión para la acción, la fortaleza templada lentamente en la lucha diaria por el cumplimiento de las tareas asignadas y la firmeza en sus convicciones afirmadas en el devenir de las experiencias vividas, seguramente fueron las virtudes que permitieron a Paulina conducir el barco en medio de las tormentas y llevarlo a buen puerto; tormentas que nos dejaron muchas arrugas en el alma a todos los que transitamos por el colegio durante esos difíciles años.
  
    Estoy convencida que Dios va guiando nuestros destinos si nos dejamos conducir por Él, y que pone en el camino de las Instituciones que se abandonan en sus manos a quien puede afrontar determinados momentos y situaciones… y Paulina fue la elegida para lograr formar un equipo de trabajo que le ayudara a construir la comunidad a pesar de todos los contratiempos, una comunidad basada en el respeto mutuo y la convivencia en fraternidad.
   
    Oídos atentos para escuchar, palabras cálidas para corregir,  manos tendidas para ayudar y una sonrisa y abrazo  para reconfortar, estaban siempre disponibles para quien se acercara a conversar con ella.   ¡Cómo no agradecer esa disposición y esa entrega! ¡Cómo olvidar!
  
  Tal vez parezcan muy pocas estas palabras para rememorar, pero son sencillas como su vida y profundamente sentidas como su entrega a la Congregación y a su misión.
    
    Paulina se despidió de nosotros en noviembre de 1980 para ir a cumplir otra tarea en otro destino. ¿Por qué recuerdo tan claramente esa fecha? Porque el día anterior al de su fiesta de despedida, comencé a soñar con una familia  de la mano de Esteban, mi compañero de la vida desde hace 31 años.
   
   Una despedida y un encuentro, dos facetas distintas de un único camino, dos personas muy importantes en mi vida en dos ámbitos distintos… unidas en  el mismo recuerdo.
  
   El día de mi boda, un 6 de junio de 1981, Paulina ya no estaba aquí, pero hizo llegar a mis manos un regalo que conservo como un tesoro: un juego de tacitas para café. En raras ocasiones las uso temiendo que se rompan… tal vez porque no quiero perderme la oportunidad de imaginar su mirada y su sonrisa que se aparecen ante mis ojos cada vez que las contemplo.
                                                                       

                                                                                                                  María Adela Pon

 
   Y este escrito tuvo su respuesta. La Hna Paulina hace 20 años que se encuentra en Tintina, Santiago del Estero, han transcurrido los años y sigue trabajando. Me comuniqué telefónicamente con ella y al escucharla parecía como si el tiempo no hubiese pasado, la misma calma, la misma sencillez, la misma calidez… y el mismo afecto. Esa conversación quedará sólo para mí, pero sí creo que puedo y debo hacer pública la última parte de su respuesta escrita ya que en ella va un recuerdo y un saludo para todos los que compartimos esos años en el Colegio. La foto… se la hizo sacar especialmente para poder compartirla con nosotros. ¡Gracias Paulina!!!!



“Te agradezco este encuentro contigo a pesar de la distancia. Con la ayuda de la Hna María, va un abrazo muy grande para ti, a tu querida familia y a todas las amigas que compartieron la tarea en CRISTO REDENTOR, UN GRAN Y APRETADO ABRAZO. Va mi fotito, pasaron añññooosss  pero aún leo sin anteojos.”  Hna Paulina 


   Si te interesa conocer más en relación con las Hermanas de la Congregación te sugiero otros escritos del blog como Un comienzo... que se renueva, Esas inacansables itinerantes del servicio...Hay una palabra...Y Dios sigue entretejiendo la historia...



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