sábado, 21 de abril de 2012

Esas incansables itinerantes del servicio…

   Alguien escribió  que “Las grandes obras de las Instituciones… las sueñan los locos santos y las realizan los luchadores natos” y el I.C.R. …es una gran Institución.
   
   Comenzamos a tejer el hilo de esta historia, allá por el año 1182 con el nacimiento en Asís- de quien fuera el Fundador de la Orden Franciscana. San Francisco de Asís imitó el ejemplo de Cristo tan literalmente como estuvo a su alcance; descalzo y en total pobreza proclamó el reino del amor. Esa heroica imitación de la pobreza de Cristo fue quizás la marca distintiva de la vocación de Francisco. Lo que más odiaba Francisco después del dinero era la discordia y la división. La paz, por lo tanto, se convirtió en su palabra clave y la humildad fue, sin duda, la virtud dominante del Santo. Aunque era el ídolo de una devoción entusiasta, él nunca se consideró sino el menor de todos. La síntesis de su espiritualidad la podemos encontrar en su Oración Instrumentos de tu Paz, que si bien no salió de su pluma, pero sí salió de su corazón. Murió en Asís, el 3 de octubre de 1226.
  

   Y Dios siguió construyendo la historia a través de Juana Teresa Crombeen  cuando el 15 de agosto de 1715, a los 63 años de edad, funda la “Reunión de Hijas Espirituales”.  El 21 de julio de 1831, con la independencia de Bélgica es reconocida como Congregación y es en 1883, que Monseñor Bracq Obispo de Gante, dio a la Congregación el nombre de “Hermanas Franciscanas de Gante”. Esta Congregación tiene como Patrono a San Francisco de Asís.

  

   En el año 1893 llegaron a la Argentina las seis primeras misioneras belgas de esta Congregación para poner en marcha, junto con Monseñor Van Damme, el Hogar la Providencia de Villa Urquiza y el 2 de octubre de 1902 el Hogar Cristo Redentor.
   
   Desde ese momento no se han cansado de entregarse generosamente con el servicio a los más necesitados y a la educación.
  
    ¿Cómo no creer que Dios va entrelazando vidas, pensamientos y acciones de grandes personas cuando uno ve las obras que nacen de sus esfuerzos y su entrega?
   
   Si hacemos un recorrido rápido de los lugares donde se han establecido las Hermanas, automáticamente podemos pensar en muchas religiosas trabajando en esos sitios y sin embargo…pocas haciendo mucho, pocas recorriendo sus obras una y otra vez, pocas siguiendo el Llamado, pocas… entregando el alma.
  
    A lo largo de  treinta años vi ese peregrinar. Tal vez no me daba cuenta de esos esfuerzos por cubrir todos los frentes porque nuestra comunicación con ellas no era tan fluida, conocíamos poco, sólo lo relacionado con la escuela y las Hermanas que trabajaban allí y que de pronto desaparecían para después volver a encontrarlas recorriendo los pasillos, o desempeñando otra función.
   
   Pero hoy, a la distancia y con tiempo para reflexionar, al pensar en ellas, surge para mí la imagen de incansables peregrinas que llevan su mensaje y  abren caminos, dedicando sus vidas y sus esfuerzos al servicio, con sus aciertos y errores, pero sin importarles desde qué puesto lo hagan y en qué condiciones, simplemente porque hicieron carne en ellas ese mensaje de hacer brillar la Luz con esa entrega, porque es su vocación y son sus dones que ponen al servicio de los demás simplemente … porque a los demás les hace falta. 

                                                                                                                                                       María Adela Pon


  Si te interesa conocer más en relación con las Hermanas de la Congregación te sugiero otros escritos del blog como  Con sólo nombrarla... Un comienzo... que se renueva,   Hay una palabra...Y Dios sigue entretejiendo la historia...



2 comentarios:

  1. María Teresa Surt29 de mayo de 2013, 19:49

    Tuviste especial significación en mi formación personal y profesional querido "Cristo".Fue un privilegio que Dios ,a través de mi querida madrina Hna Bernardita (María Teresa Tonina),hiciera posible que transitara por tus aulas y yu internado.GRACIAS!!!

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    1. Gracias María Teresa por tu comentario porque me permite consignar un poco de la obra que realiza la Hna Bernardita. Si bien nos conocemos, mi trato con ella ha sido muy esporádico, lo que no significa que no esté interiorizada de su trabajo.
      Hablar de María Francisca Teresa Tonina es hablar de Las Lomitas, un pueblo de 12.000 habitantes en el centro de Formosa. Un lugar donde el 13 por ciento de los pobladores son aborígenes Wichis o Pilagás. Desde 1983 tienen un hospital en el cual trabaja todos los días atendiendo a los pacientes con lepra y los domingos los dedica a su Congregación, con la que comparte una casa con escuela y hogar de niños: Hogar Juana Teresa, fundado en 1980 para niños criollos y aborígenes. Desde entonces cura la lepra y creó el sistema de Atención Primaria de la Salud (APS) para los habitantes del monte formoseño y asiste a los indígenas con ropa y alimentos. En esta zona la lepra afecta a muchos pobladores y, lejos de desaparecer, cada día arroja casos nuevos. Durante los últimos años fue testigo del sufrimiento que causan la desnutrición, la tuberculosis, la meningitis, la hepatitis y delicadas enfermedades respiratorias o epidérmicas en niños y adultos. En el hospital del pueblo, Bernardita tiene un pequeño consultorio al cual cada mañana llegan aborígenes, criollos y hombres "blancos" en busca atención médica y remedios gratuitos.
      Se recibió de médica en Buenos Aires en 1977 y tres años más tarde llegó a Las Lomitas y observó que nadie combatía la lepra que azotaba a la gente, es así que decidió especializarse en dicha enfermedad. Su trabajo comenzó en una pequeña sala que adaptó para recibir a los vecinos de zonas cercanas. A los aborígenes los visitaba en sus propias comunidades y sentió la necesidad de organizar un programa para atenderlos, ya que para ella sola era imposible visitar todas las comunidades cada día, por eso elegió un representante de cada aldea como 'agente sanitario', y cada uno de ellos recibió un curso de formación sobre primeros auxilios y algunos conocimientos sobre cómo detectar las enfermedades que existen en el monte formoseño. Así nació el sistema de APS (que en 1983 quedó integrado a los servicios que presta el hospital público local).
      Con el tiempo, el APS se perfeccionó. Hoy es el único modo en que reciben asistencia médica los casi 1.700 Wichis y Pilagás de Las Lomitas. Pero la asistencia que brinda la Hna Bernardita no se limita a la medicina sino que se extiende a la entrega de alimentos, leche, ropa y juguetes. Desde hace tiempo, su propia casa se convirtió en farmacia, ropero comunitario y despensa.
      Por su tarea incansable y solidaria fue designada Médico del Año en 1997.

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